viernes, 14 de febrero de 2014

Interpretación sobre la agonía de Jesús

INTERPRETACIón SOBRE LA AGONÍA de Jesús.

Padre si es posible , aleja de mí este Cáliz (Mateo 26, 39) (1)
Parecería, a primeras, un acto de cobardía, pero si Escuchamos, lo siguiente “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya” ¿Dónde está la cobardía?, si sólo hay concordia y asentimiento plenos.y esto se atribuye al hombre igual a nosotros o a Dios. Si decimos al hombre igual a nosotros, erramos.al juicio del Maestro cuando dice “Pertenecientes a la Voluntad humana que no siempre concuerda con la de Dios, sino que a menudo se le resiste pues rechaza todo combate.” Es claro que donde hay asistencia no hay concordia , y cuando está, esta no está aquella. Son términos contradictorios y excluyentes, no puede existir uno, mientras exista el otro y viceversa.
Falta entonces que digas” que no se haga mi voluntad, sino la tuya”, sea dicho por Jesús Dios y no por Jesús hombre”. Entonces hay que admitir que existe un acuerdo, entre su voluntad humana y su voluntad Divina y la del Padre y a la par se habrá admitido quién tiene dos naturalezas, divina y humana, a la misma vez tiene dos voluntades., de operaciones y de cuanto corresponde a la naturaleza, sin que ello comporte contradicción de ningún género entre una y otra. Como es imposible dividir las dos voluntades Divina y humana de Jesús, pues con estas dos voluntades dijo “Padre aleja de mí ese Cáliz.” O sea que el objeto de la Voluntad común, del Padre y del Hijo será la negación del querer de Dios, o sea de nuestra Salvación. La Salvación es en efecto, lo que por naturaleza constituye el objeto de su Voluntad Y por otra parte “no se haga mi voluntad” es evidente que se refiere a la voluntad humana del Salvador, junto con su voluntad divina que comparte con el Padre. Pues haciéndose uno de nosotros dice al Padre, que no se haga su voluntad sino la voluntad del Padre
(1)Por una parte hay que hacer notar a los lectores, que San Máximo, el Confesor, en el cual me baso para hacer este escrito, no toca el tema del ángel que se le apareció a Nuestro Señor, ni tampoco su transpiración de sangre.

Pues por consiguiente se reveló como quién desea y obra nuestra salvación, según las dos naturalezas en que estaba construída su persona. Por un lado consistía en nuestra salvación de acuerdo con el Padre y el Espíritu Santo- . Por el otro “haciéndose”- por nuestra Salvación- obediente hasta la muerte y muerte de Cruz” y cumpliendo por sí mismo, mediante el misterio de la Encarnación, el grandioso proyecto de nuestra salud.



Cuando Jesús dijo: si es posible que pase de mi este cáliz, estaba actuando con su voluntad humana a pleno, lo mismo cuando dijo pero que no se haga mi voluntad sino la Tuya, refiriéndose al Padre. Jesús y el Padre son dos Personas distintas pero con la misma naturaleza Divina y Jesús al hacerse hombre, tenía dos naturalezas completas la Divina y la humana, ambas ensambladas, por supuesto igual al hombre pero sin pecado.” El espíritu está pronto, pero la carne es débil”, esa es la esencia de porqué Jesús, dijo “Padre si es posible aleja de mí este Cáliz.” Es que la carne débil, le hace decir lo de arriba, esa es la naturaleza humana que se horroriza al ver lo que se viene, pero el espíritu está pronto o sea su naturaleza Divina le dá la fuerza para decir,”pero que no se haga mi voluntad, sino la Tuya”. Hay que tener en cuenta que aunque la naturaleza humana, es pecadora y cae infinitas veces, es buena, la naturaleza del hombre es buena, eso lo dicen todos los Padres de la Iglesia.
Al mismo tiempo los hombres con su naturaleza se comporta como Dios, cuando , trabja para el Reino y la sanación de los demás hombres. Al mismo tiempo Jesús, Dios y hombre, se valía de su naturaleza humana y Divina para realizar los milagros.



ACERCA DE LAS DOS VOLUNTADES DE CRISTO, DIOS NUESTRO

Un día llegará la muerte, pero ésta no puede vencer la Gracia ni las obras buenas. La más importante de las virtudes es la humildad, después desarrollaremos este punto más adelante.
Ahora vamos a ver lo que es voluntad:”Es una potencia que dirige al ser, según  la naturaleza, y que afecta a todas las propiedades que pertenecen sustancialmente a la naturaleza “. Distinguir entre voluntad y libre elección “ es a mi parecer exacto y concorde con la enseñanza de los Padres pero no todos los Padres están de acuerdo y que definen a la voluntad, como el acto de querer lo querido o lo que quiere.
La voluntad es el acto de  querer
Pero el hecho que nos trae ahora es si hay dos voluntades, una Divina y otra humana. Si son distintas la una de la otra, pero no, las dos están en Jesús de una manera unitiva.
Jesús no carecía de voluntad natural humana ni la Divina Y desde los comienzos del Universo tenía decidido tener dos voluntades una natural o humana y la otra Divina.
La voluntad es constitutiva de todas las propiedades que pertenecen sustancialmente a la naturaleza. En cuanto a hombre Dios encarnado `posee una voluntad natural humana. Y cada una de sus dos voluntades quiere naturalmente de por sí. Posee voluntad humana, pues se hizo perfecto hombre a excepción del pecado. Además posee  las que son propias de la sustancia Eterna y Divina. Dicho esto se puede decir que es Dios hombre y tras la encarnación, goza de una connaturalizad  perfecta con nosotros y con Dios. Decir que sólo aparecen sus dos voluntades, en el sufrimiento del Huerto de los Olivos, no es  cierto, Él siempre tuvo y tendrá las dos voluntades humana y Divina. Con que hombría Jesús, dice,”  no lo que yo quiero sino lo que quieres Tú” palabras que ponían frente al abatimiento una posición fuerte y valerosa ante la muerte. Más luego reveló su irresistible autoridad ante la muerte y la grandísima unión de su voluntad Divina, cuando dijo,” Hágase tu voluntad, no la mía”, con esto desechó la división y con lo primero la confusión.
No es posible obrar sin una operación natural, como no es posible existir sin substancia y naturaleza. La operación a quién obra, la naturaleza a quién existe.
Él es perfecto en las dos naturalezas y el mismo en ambas y que conserva sin defecto las propiedades de las dos substancias en las que existe y que es en todo igual a nosotros, exceptuando al pecado, al punto de ser tentado, según Él mismo lo dispuso. Cómo dispuso tener dos naturalezas y operaciones naturales y voluntades distintas.
Él siendo Dios y hombre nos es semejante en la sustancia y en la operación y que posee también el querer connatural a la humanidad. Y que es semejante al Padre en la substancia y en la operación, teniendo con Él un mismo querer, según la Divinidad. Y que es afín a los Seres Superiores, en cuanto les es común, y afín a los inferiores en cuanto les es común, excepción hecha del pecado. (2)




(2) Operación, Naturaleza, Substancia
Operación: Ejecución de algo
Naturaleza; La cosa misma
Substancia:  De la esencia a la existencia, el alma tiene su propia substancia.




DUPLICIDAD DE VOLUNTADES

Cuando los santos padres afirman que en Cristo hay duplicidad de voluntades, se puede entender como duplicidad de disposiciones de ánimo, pero no se refieren a éstas sino a las disposiciones naturales, que se dan como un apetito por las cosas de Dios y a ella la llamaron voluntad, sin ella es imposible la existencia de la naturaleza humana. O sea desear lo que conviene a la propia naturaleza, esta es la voluntad natural. Facultad que por tanto atañe a todas las propiedades de cuanto substancialmente constituye la naturaleza. Quien por su naturaleza está dotado de voluntad, cuenta gracias a ella con la facultad de querer. Como algo que le es connatural
El querer de Jesús no es un querer opuesto al de Dios, pues es un querer, eternamente divinizado.
Siendo hombre por naturaleza, el Salvador, quería como hombre la angustia ante la muerte , y con ella todo el sufrimiento. Por este camino fue la naturaleza librada de todas las dolorosas consecuencias que se le habían impuesto. La muerte fue vencida por la carne, haciendo total obediencia a Dios padre, de este modo cumplimentaba, la maravillosa y magnífica decisión del padre, cumplida en su propio cuerpo.
Más Él se hizo hombre para salvar no para padecer. Por eso decía: “ Padre si es posible que pase de mí este cáliz pero que no se haga mi voluntad sino la tuya” Estas palabras muestran a un tiempo la angustia procedente de la tención propia y de la voluntad humana y que ésta
 estaba modelada y movida , según el ordenamiento de sus principios naturales, al proyecto de Salvación elegido. La Encarnación es una exhibición palpable de la naturaleza y del proyecto salvífico.
El Salvador poseía una voluntad humana, que no estaba en nada en contraposición de su voluntad Divina, porque no hay nada creado en su naturaleza que vaya contra Dios, sino se lo acusaría a Dios de blasfemo por haber creado algo que fuera contrario a la naturaleza. En verdad no se podría decir que sea ser humano completo, si Jesús hubiera carecido de la voluntad  propia de la voluntad humana. Afirmamos que en Jesús existe una sola voluntad de la que emanan todas las operaciones divinas y humanas del único y sólo Verbo de Dios encarnado.
Los Padres de la Iglesia al tratar esto mismo dicen que Cristo posee dos voluntades naturales no de dos disposiciones de ánimo. En ninguna otra cosa reside el pecado sino en nuestra voluntad entendida como disposición de ánimo, contraria a la voluntad Divina


Jesucristo nuestro Señor, adoptó nuestra naturaleza humana completa. Qué adoptó, se impregnó de nuestra naturaleza, para así salvarnos completamente “Lo que no ha sido asumido, no ha sido salvado” Según San Gregorio Padre de la Iglesia, por lo tanto Cristo asumíó las dos naturalezas la Divina y la humana
Si el verbo de Dios creó toda nuestra naturaleza dotada de voluntad y de operación e hizo a aquella libre y a esta activa. Es claro que al asumir la naturaleza y unirla a sí en la persona, la tomó igual que la creó, esto es dotar por naturaleza, de voluntad y operación, pues si
 hubiese asumido una naturaleza, solo pasiva, sin sus propiedades naturales, habría llevado a cabo un proyecto de salvación, solamente ilusorio.
Jesús estaba por naturaleza dotado de voluntad. Esas expresiones del Nuevo Testamento,”quería partir”, “quería pasar de largo”,”Quería pasar la Pascua”, “no quería entrar”, son expresiones, de Alguien que tiene voluntad, al igual que nosotros, daba a conocer que estaba por naturaleza, dotado de voluntad.
Enseña sabiamente la escritura, cuando demuestra que posee de manera suprasubstancial la  voluntad y las operaciones divinas y paternas “Como el Padre resucita a los muertos y dá la vida, así también el Hijo da la vida a quién quiere”.Querer dar la vida a los muertos, atestigua su voluntad Divina y el hecho de darla revela su operación omnipotente. Los Padres de la Iglesia nos enseñan, no solo sus dos naturalezas, sino su duplicidad de voluntades y operaciones.
Cuando dice “Padre si es posible, aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi Voluntad sino la Tuya”, aquí están patentes las dos voluntades una la humana de la primer frase de la oración y otra de la Divina, en la segunda parte de la paráfrasis. La voluntad humana es muy voluble, no así la voluntad humana del Hombre Dios. Como experiencias de voluntad Divina tenemos que cuando Él iba camino a su muerte, se le acerca un leproso y el lo toca y lo sana y luego con las mismas manos hace la multiplicación de los panes en ambos lados está la Divina Voluntad. Cuando dice “no la mía”, habla la voluntad humana; ·”sino la Tuya·”, aquí habla la voluntad Divina. unida a la del Padre., que en comunión de naturalezas, no existe ninguna división de voluntades. Siendo Dios predice el futuro y como hombre se somete a él.
Cuando convierte el agua en vino” Sucedió el agua en vino, manifiesta su doble operación, al sufrir como hombre y al obrar como Dios. No una u otra cosa sino uno u otro modo.




El Nombre de Cristo no indica una naturaleza sino una persona compuesta, o sea el Eterno Cristo, Creador, Omnipotente. Señor y Dios y tiene en sí la carne que tomó por nosotros y por nuestra Salvación, sin división, ni confusión, creada, visible, limitada, no omnipotente por naturaleza, sino dotada de una voluntad Omnipotente en Cristo. Cristo tiene por naturaleza, las características de ambas substancias. La proposición, “no lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú” Temer la muerte, rechazarla y entrar en agonía es propio.  de la naturaleza humana, esto lo hace Jesús cuando le complace cambiando de naturaleza según la ocasión, una vez le corresponde demostrar su humanidad y otras les corresponde mostrar su Divinidad.
Bendito sea alabado Jesucristo, a Él todo el poder y la Gloria y que el Espíritu Santo repose sobre ti. Bendita seas María, ahora y por siempre Amén.




Adrián Prunotto

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